En 2019 APIR (Asamblea Permanente de Imaginación y Rigor) comenzó a analizar y experimentar aproximaciones posibles para abordar esta obra emblemática compuesta entre 1963 y 1967. La pieza consta de 193 páginas de gráficos sin ninguna indicación adicional de cómo debe interpretarse.
APIR: Treatise de Cornelius Cardew
Sobre la obra
“Treatise, ¿qué es? Bueno, es un vertebrado”
C. C., Treatise Handbook, p.vii
El compositor británico Cornelius Cardew (1936-1981) es una de las personalidades más radicales –en sentido estético a la vez que político- de la música occidental de la segunda mitad del siglo XX. Hacia fines de los 50, asistió a los célebres cursos de composición en Colonia y Darmstadt, fue asistente de Karlheinz Stockhausen y se vinculó con John Cage, David Tudor, Morton Feldman y La Monte Young. El Treatise es considerada su magnum opus, y ha sido descripta como “el monte Everest” de las partituras gráficas. Consiste en 193 gráficos sin reglas ni instrucción musical específica alguna, a excepción de un pentagrama vacío debajo de cada página. Cardew, un estudioso de Ludwig Wittgenstein, lo homenajea en el Treatise, que toma su nombre del Tractatus logico-philosophicus del filósofo austríaco. Fue compuesta a lo largo de cuatro años de trabajo, y se presenta como un gigantesco signo denso y articulado al mismo tiempo, desplegado en una materialidad visual en constante cambio, que invita a su traducción en términos sonoros, pero cuyo hermetismo parece irreductible y constituye un enigma a resolver: a la par que libera al intérprete de la condición de mero vehículo de la voluntad del compositor, lo somete a una disciplina desconocida y no especificada, que este debe descubrir por sí mismo mediante un compromiso experiencial total con la partitura, cuyos caminos principales, y en permanente tensión, son la creación de reglas para los signos, y la improvisación.
Sobre la Asamblea Permanente de Imaginación y Rigor (APIR)
Es un ensamble constituido a fines de 2018 en Buenos Aires para estudiar y ejecutar de forma integral el Treatise de Cardew, por el que han pasado en alrededor de cuatro años de trabajo
más de 20 músicos y artistas visuales.
El nombre del ensamble deriva de la propia naturaleza del Treatise: la obra demanda que sus intérpretes sean capaces de crear reglas propias para una partitura que carece de toda indicación musical, pero también que sigan dichas reglas una vez establecidas, lo que demanda rigor, disciplina. Al mismo tiempo, el Treatise fluctúa constantemente entre lo que la partitura induce en los intérpretes a través del plano visual, y la improvisación, lo que implica imaginación.
La figura de asamblea permanente, en tanto, responde a que tocar esta obra requiere, como afirma el compositor John Tilbury, biógrafo y amigo de Cardew, “convivir con el Treatise” por un tiempo largo. Es una tarea virtualmente infinita, y prácticamente sostenida y demandante.
En la actualidad, la APIR está integrada por: Omar Grandoso, Carolina Rizzi, Sam Nacht, María Heller, Mauro Koliva, Milton Kalbermatter, Pablo Ifantidis, Francisco Ali-Brouchoud, Fabiana Galante, Luis Conde y Christian Vizcalaza