Agustina Crespo y Ana Crapis toman el Mito de Babel como punto de partida para repensar los sistemas de comunicación en nuestra sociedad contemporánea resignificando desde la intervención de la tecnología a ese poder que el mito pone en Dios o la misma Biblia, como algo determinante en la humanidad.

Según las autoras, ante el contexto de pandemia, quedó aún más en evidencia la vida de los sujetos atravesada y controlada constantemente por dispositivos y apps, el dominio imperceptiblemente instaurado a través del manejo de datos y una reformulación del modo en que nos vinculamos con uno mismo y con otrxs.

A través de la obra, investigan la posibilidad de poner en manifiesto los hilos invisibles que constantemente imponen el sentido como estructuras hegemónicas que van mucho más allá del lenguaje en sí mismo y develar entonces los efectos de esa dominación en cada subjetividad.

En su representación, para dar cuenta de estos aspectos, la obra plantea un doble formato:

– Parte audiovisual generada con un elenco de 8 performers encerrados en un espacio configurado únicamente por dispositivos, telas y un andamio (realizado y registrado en cheLA).

– Parte presencial con una performer en escena que está encerrada a su vez entre pantallas proyectadas con el otro audiovisual, su dispositivo y las mismas telas.

En ambas instancias los performers se expresan sin la utilización del lenguaje hablado, solo a través de su relación con el espacio, el gesto corporal y sonoro, intervenidos por dispositivos que a su vez están incluidos en red dentro de una aplicación que permanentemente los graba y vigila.